20 de enero de 2008

[ REC ]

La única diferencia entre una película de miedo y el periodo de exámenes universitarios es que lo primero apenas dura una hora y media y lo segundo se alarga más de quince días... Por ello, curados de espanto y embutidos de valentía inconsciente, hace unos días Crispis y yo sustituimos una noche de estudio por unas horas de terror; quizá gritamos más que si hubiéramos estado repasando algún alfabeto fonético... pero fue más divertido y sufrimos menos... con REC.




Una reportera y su cámara están haciendo un reportaje en una estación de bomberos con la intención de retratar la profesión de estos, su modo de vida y sus situaciones de riesgo.

Al acompañarles en una de sus salidas nocturnas, lo que parecía una intervención rutinaria de rescate se va a convertir en un auténtico infierno: atrapados en el interior de un edificio, la pareja de bomberos y el equipo de televisión tendrán que enfrentarse a un horror desconocido y letal, a algo siniestro y maligno que se está extendiendo sin control.

Inesperadamente, las reglas han cambiado; ahora, lo único que importa es esconderse, sobrevivir, tratar desesperadamente de escapar y vencer al miedo... Pero sobre todo hay que seguir grabando, pase lo que pase, ¿hasta la muerte?


Es difícil decir algo nuevo sobre REC, todo se ha comentado en estos meses de proyecciones desde su estreno. Os podría comentar la innovación del rodaje íntegro en plano-secuencia, que es una película en formato documental, que la cámara refleja digitalmente lo que el espectador visualiza a través suyo poniéndose en los zapatos del propio cámara de televisión, o que esta película entronca directamente (aunque con diferencias) con aquel producto americano que fue El proyecto de la bruja de Blair y que se nos quiso vender (y muchos lo creyeron) como una grabación verdadera de un grupo de adolescente perdidos en un bosque antes de su muerte...

Pero me vais a permitir que por una vez me deje de tecnicismos cinematográficos y ésta sea una reseña más humana, más de sensaciones que teorico-práctica; que esta vez hablemos de nosotros, de ti, de Crispis, de mí, de todos...


Desde el primer instante de la película y aun sabiendo a lo que vas, REC te crea una imprecisa inquietud de la que no te deshaces hasta los títulos de crédito. La tensión ante lo inesperado se va acumulando sobre cada espectador y cada uno la libera como puede: asiéndose al asiento, acurrucándose en posición fetal, agarrándose al sufrido vecino de asiento o incluso a través de una risa nerviosa (por cierto, muy contagiosa). Sabes que vas a pasarlo mal, que incluso has pagado por ello, pero estás encantado de que ocurra.

REC te va enganchando progresivamente, tiene un ritmo creciente, con parones necesarios para la recuperación del ritmo cardiaco particular de cada uno, que culmina con un clímax final de alrededor de 15 minutos; 15 minutos que "acaban" con el espectador, minutos de entregarse absolutamente o intentar enceguecerse uno mismo, minutos que te harán salir del cine entusiasmado o incluso tener pesadillas esa noche.


Ha acabado la película y te has sentido niño, te has sentido desprotegido ante algo irracional, ante algo que sabes que no se puede dar... Tus miedos más primarios se han manifestado y has sido vulnerable ante el más mínimo roce durante el metraje de una ficcionalidad sin verosimilitud alguna... Pero estás a gusto; te ríes con tu acompañante, comentas lo mejor y lo peor de lo vivido, haces planes incluso de la próxima película inquietante que iréis a ver.

Sales a la calle, vuelves a respirar aire urbano, la lluvia golpea los cristales del coche y los limpiaparabrisas hacen un ruido inquietante al moverse... pero te sientes seguro, porque la realidad es otra cosa, la realidad no nos da miedo, la realidad nos vuelve a llenar de valentía, una valentía que nos durará mucho... al menos hasta la siguiente película de terror.


Pd: Ah, por cierto, la película está MUY bien...

15 de enero de 2008

Desquiciaos perdíos...

Vamos, que lo que quiero decir es que estos días estamos (casi) todos con una inestabilidad interior académico-emocional más marcada que en etapas previas de nuestra formación universitaria... Pero yo ya lo tengo decidido, voy a denunciar a la Universidad de Zaragoza por mobbing..., o igual es por bulling..., o directamente por tener mala leche..., pero vamos, que la denuncio la denuncio... que está decidido, que es lo mismo que decidido está... Y los voy a denunciar a todos, no se va a librar ni Túa... Bueno, Túa, tú sí te vas a librar..., pero porque ya sé que me lees, que si no... te denunciaba, que es lo mismo que denunciábate... Pero bueno, que no estoy para tropos...

Porque lo que no puede ser es que ayer fuese lunes... pero en realidad era jueves; y hoy también es jueves... aunque el calendario te diga que es martes. ¿Y mañana?... Pues mañana será miércoles... pero no os lo creáis porque va a ser viernes... Y cuando la agenda me diga que al día siguiente es jueves en realidad comienzan los exámenes... vamos, que es como si fuera lunes... ¿Y este sábado?... Este sábado, pues como todos, este sábado es fin de semana... aunque para algunos como servidor mucho de fin de semana no tiene, porque a primera hora de la mañana tenemos examen... osea, vamos, es decir, este sábado es casi como un viernes... Y lo vamos a ir dejando porque uno, aunque ha estudiado tanto ciencias como letras, a veces no llega a asimilar ciertas cosas...

Pero el caso es que esto tiene que ser bulling... o mobbing... porque lo que es seguro, es que es tener muy mala leche...

11 de enero de 2008

La Generacion del 27... ha muerto

Ha fallecido en Madrid a la increíble edad de 103 años el último miembro de la Generación del 27, el oscense Pepín Bello.

A muchos no os sonará su nombre, su labor fue más influyente que creadora, pero le debemos mucho. Por ejemplo, suya es la famosa fotografía de grupo del homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla que es considerada como acta fundacional de la Generación, generación que ayudó a reunir.

Fue amigo, confidente, casi confesor, de los mayores genios que ha dado España en el siglo XX en todas las artes; es más, fue él quien presentó en la mítica Residencia de Estudiantes a esa gran terna de cómplices que fueron Buñuel, García Lorca y Dalí.

Pepín Bello, Federico García Lorca, Salvador Dalí

La casualidad ha hecho que hoy, día de su fallecimiento y antes de tener conocimiento del mismo, haya tenido una clase sobre el surrealismo en el que se ha proyectado una entrevista/documental que nuestro profesor Agustín Sánchez Vidal realizó hace unos años al propio Pepín y a sus recuerdos-anécdotas de la Residencia. Quizá el visionado de Un perro andaluz, del que fue coautor creativo en la sombra, y de La edad de oro haya sido el mejor homenaje que le hayamos podido realizar. Ya estará de nuevo junto a sus "hermanos".

6 de enero de 2008

Si el caso es pedir... y III

Querido 2008:

Se acabaron las tonterías… Estoy muy enfadado… Ya es seis de enero…, he escrito cartas a quienes se las tenía que escribir…, puse toda mi ilusión en ellas… y aquí estoy, ¡con las manos vacías!

Mira que me fastidia reconocerlo, pero sí, fui bueno en el 2007, expié pecados antiguos en el 2007, prácticamente fui tonto en el 2007… y ¡ni así he conseguido regalos! Pues esto va a cambiar… Está decidido, voy a volverme malo.

Si algo aprendí de otros el año pasado fue que no hace falta tener consideración con el prójimo para que la vida te recompense… y ahora mismo tú, el 2008, eres nuestro prójimo más cercano: te sentimos y sufrimos a cada segundo, en cada paso que damos, en cada mililitro de oxígeno que respiramos… Así que… te ha tocado, o me das todo lo que quiera en los próximos 360 días o seré malííííísimo contigo.

No, no te lo tomes a cachondeo i....., me da igual que seas el protegido del alcalde de Zaragoza (es más creo que prácticamente eres de su propiedad, ¿no?), voy a boicotearte como no me tengas contento… Luego no me vengas lloriqueando con que si fracasó la Expo…, que si los Juegos Olímpicos han sido peores incluso que los de Atlanta…, que si el PP vuelve a tener mayoría absoluta… Tú a mí no me conoces cabreado…; pero ni tú ni los estafadores estos a los que les he escrito cartas para nada… Que son los cuatro unos c......., y me voy a acordar todo el año de ellos y de su p... m.... Y además…


[ CENSURADO ]


… ¿Sí? Ah, hola, perdón por la intromisión, soy Antonio, vamos, el otro… Creo que Elros está algo alterado y he considerado que lo mejor era quitarle el teclado para que no continuara con su carta al 2008… Vamos, principalmente para prevenir las posibles demandas judiciales…, que dadas las circunstancias vendrían a mi nombre y no es cuestión… Por cierto…, un afectuoso saludo al excelentísimo señor Belloch y a esos cuatro grandes hombres que reparten ilusión y felicidad por los hogares en cada Navidad.

Por mi parte nada que añadir en este accidentado primer post del nuevo año, tan solo desearos a todos de corazón lo mejor para las 52 semanas que tenemos por delante. Haced felices y seréis felices, quered y seréis queridos.

Besos eternos y abrazos enormes para cada uno de los que ilumináis y alegráis esta pequeña ventana día tras día con vuestras visitas y comentarios… (—¿Qué?
Pero ¿de quiénes hablas? Y a mí ¡qué más me dará! Pues ¡vaya chorrada!… Vaaaale, a ellos nooo…—) Disculpad de nuevo…, pero que dice Elros que para los ¿cotillas de blog? ni besos ni abrazos… Bueno, pues eso…

En cuanto se tranquilice y digiera las primeras decepciones del 2008, os lo devuelvo para que continúe con el blog. Ha sido un placer dirigirme por primera vez a vosotros.

Hasta pronto… o no.


Atentamente, Antonio M.