19 de noviembre de 2008

Resurrección otoñal...

Aquí tenéis, sin vetos, seis meses de ivernación multiestacional compartida...

Expo Zaragoza 2008 con sus azafatas, trabajadores y visitantes, Sexo en Nueva York, Chambao, Postdata: Te quiero, El Buscón, Dario Fo, La boda de mi novia, Dulce Pontes y Estrella Morente, La momia 3, El guía del Hermitage, Hancock, El Hombre Vertiente, Hamlet, Peñíscola, la re-boda, Los girasoles ciegos, Soria, Pilares '08, Arte, High school musical 3, El nido vacío, Camino, ... y patos, pollos y gallinas.

Bueno, sí, en realidad ha habido un poquito de censura...




Porque todo lo bueno suele volver antes o después...

Bienvenidos de nuevo a Elros


22 de mayo de 2008

Vivito y criticando

Ante la infructuosa búsqueda de mi esquela que han realizado mis amados cotillas de blog en varios periódicos de diversas tendencias políticas, doy un paso al frente para confirmar que sí, que efectivamente sigo vivo... y que si alguna vez fallezco (que lo dudo) mis panegíricos finales sólo saldrán publicados a modo de antología elrosiana en la colección Letras Hispánicas como buen filólogo literario... Bueno, también acepto que sea en la Editorial Crítica, pero solamente si es mi admirado Alberto Montaner Frutos el que se encarga de analizar las variantes de mi vida.

A lo largo de estas semanas os podría haber contado cómo Eric Bana y Natalie Portman dejan en evidencia en Las hermanas Bolena las carencias interpretativas de Scarlett Johansson... (Sí queridos, el talento definitivamente se le ha estancado en los pechos)

Podría haber realizado una digresión sobre la vida de Edith Piaf y las múltiples razones por las que a mí no me importa cantar peor que ella si a cambio no llevo la existencia tan perra que llevó la môme y que pude comprobar en la versión original subtitulada de La vie en rose... (La mujer era una genio vocal, pero de coherencia tóxica pues rien de rien)

Definitivamente hubiese estado genial comentaros la última adaptación teatral de El perro del hortelano en la que, cosa anormal en estos casos, se respeta fielmente el texto, y éste es recitado aceptablemente aunque no fuese en boca de Carmelo Gómez y Emma Suárez que siguen siendo los mejores declamando a Lope de Vega... (Sigo sin tener claro si Blanca Oteyza interpretaba a Diana, condesa de Belflor, o a una dominatrix de principios del siglo XVII)

Hubiese sido de justicia comentaros que José Coronado, Óscar Jaenada e Iñaki Miramón son todo lo contrario a Scarlett Johansson y lo demuestran encogiéndonos el estómago en Todos estamos invitados... (Y oye, que yo acepto invitaciones varias, pero el terrorismo etarra me da las mismas arcadas coma lo que coma)

Vamos, que podría haberos narrado cuarto a cuarto que este año sí, este año sí, este año sí... Que a veces la Torre del Agua se ilumina por las noches en color azul y serpentea de forma curiosa... Que a mí sí me hace ilusión la Expo Zaragoza 2008... Que pasear es muy sano, y acompañado además entretenido... Incluso tendría que haber compartido con vosotros que encontré una oveja negra del bestiario caminando entre la niebla de los pazos de Ulloa mientras mi diario de un poeta recién casado se transformaba en una greguería...

Y es que os podría haber contado tantas cosas de estas últimas semanas que al final no os he contado nada... o quizá ahora sí, no sé... Sólo sé que al final lo bueno y lo que importa está en los besos, y eso es lo que quiero, besos... que todas las mañanas me despierten de esos, que sea por la tarde y siga habiendo besos... y luego por la noche hoy me den más besos pa' cenar...


19 de abril de 2008

Y parece que fue ayer...

Sabéis de sobra los que me conocéis que nunca he sido partidario de mezclar los conceptos blog y vida privada... Si acaso alguna vez apareció por aquí algo personal fue de forma encubierta o literaturizada. Pero esta vez sí vale la pena poner cara además de letra al final iniciático de un ciclo, pues hace unos días celebramos el Fin de Carrera de Filología Hispánica (Promoción 2003/2008)... y lo celebramos juntos los que lo teníamos que celebrar.


Y decía final iniciático porque llega a buen término lo que comenzó hace ya casi un lustro, y a la vez comienza un nuevo camino a recorrer...

Han sido años de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias, pero principalmente han sido años de nuevas gentes. Incontables personas han desfilado por mi día a día a lo largo de esta licenciatura... muchas quedaron atrás, unas cuantas aún siguen acompañándome, las mejores seguirán a mi lado tiempo después de que los ecos de los escombros de nuestro Pabellón de Filología perezcan bajo el olvido del nuevo edificio... De todos, del primero al último, quise aprender algo... Con ellos aprendí a querer de otra forma, a soñar ante un nuevo reto, a sonreír ante lo inesperado... aprendí incluso a no ser nunca como muchos de ellos. Quiero pensar que también ellos aprendieron algo de mí...

Contados profesores fueron algo más que eso... pero los que traspasaron la frontera lo hicieron para quedarse: alguno fue confesor y apoyo en malas épocas (gracias Pepe), otro se transformó en mentor y cómplice (gracias Túa), y ella... pues ella sencillamente se ha convertido en alguien más que esencial (gracias Vero).

Mucha gente concibe la Universidad como la obtención de un título académico, yo también lo hacía... pero después de conocerte a ti, a ti, a ti... y también a ti, he sido consciente de que el expediente, el diploma o la orla terminarán en un cajón o una pared... pero vosotros, vosotros ya nunca más saldréis de mi corazón.




Dedicado a los hispanistas imprescindibles que habitan en mi vida...


27 de marzo de 2008

Los libros de nuestra vida II

Hace casi un año os reseñaba el que quizá sea el ejemplo más constatable de la actual vigencia del decimonónico canon literario hecho papel, me refiero a la obra 1001 libros que hay que leer antes de morir. Por aquel entonces nos sorprendía la escasa representación en español que nos encontramos entre los elegidos, y personalmente echaba en falta una publicación exclusiva de nuestras literaturas...

Pues bien, hace apenas unos días mi demanda se hizo realidad y fue publicada; ya tenéis en las librerías (y yo en mi casa)...

La isla de los 202 libros: Una biblioteca hispánica


El libro en sí consiste en la recapitulación de los comentarios critico-filológicos escritos sobre los libros en nuestra lengua que habían sido incluidos entre los canónicos 1001 y la inclusión de nuevos títulos escritos originalmente tanto en castellano de España y de America, como en catalán, gallego y eusquera. Como en la citada obra predecesora encontraremos libros de todas las épocas ordenados cronológicamente por fecha de edición, no de escritura: desde obviamente el Cantar de Mio Cid hasta 2666, la magna obra de Roberto Bolaño.

Nuevamente, como editor del proyecto tenemos a José Carlos Mainer (al cual queremos, admiramos, y esperamos que tenga un buen y lúcido día cuando nos corrija el examen de junio), y como colaboradores, entre otros, a María Dolores Albiac y Daniel Mesa (nota ídem. a la anterior).

El escritor español con más obras incluidas es Benito Pérez Galdos, con cuatro de sus obras maestras, por delante de Miguel de Cervantes que se queda en tres (¡Qué satisfacción... Ya puedo morir tranquilo!)... Y por parte hispanoamericana empatan con tres representaciones Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez... toda vez que, misterios de la vida, a Mario Vargas Llosa le han eliminado una de las mentadas en los 1001 y esta vez sólo tiene dos...


Mucho os podría seguir comentando sobre títulos, autores, olvidos e inclusiones discutibles, o disensiones varias respecto a su contenido, pero sirva este breve comentario para simplemente animaros a que le echéis un vistazo y os hagáis un juicio propio...

En resumen, La isla de los 202 libros, una gran compilación de obras y un buen libro de crítica literaria para curiosos, filólogos, necesitados de guías de lectura, y para lectores en general...


Y tú, ¿qué libro hispánico te llevarías a una isla desierta?...


5 de marzo de 2008

Hágase la oscuridad...

El próximo lunes 10 de marzo nacerá de lo subrepticio para establecerse en todas las librerías el nuevo libro del zaragozano David Lozano Garbala. Titulado El Viajero, es la primera entrega de la trilogía en gestación La Puerta Oscura.


París. Noche de Hallowen de 2008. Un grupo de estudiantes organiza una fiesta siniestra a la que han de acudir disfrazados. Pascal, un chico de 16 años tímido e inseguro, asiste a la fiesta y por una casualidad del destino se ve inmerso en una aventura sin vuelta atrás: cruzará la puerta que comunica nuestro mundo con el de los muertos. Pero no será el único. Un espíritu maligno, a su vez, campará a sus anchas por París, sembrando la ciudad de muerte y terror...


Esta es la cuarta novela de David tras El último huésped, La senda del ébano y Donde surgen las sombras (Premio Gran Angular de literatura juvenil / Ediciones SM) en una trayectoria literaria marcada profundamente por el dominio del suspense y lo misterioso. En él encontramos una prosa ágil, directa y de fácil lectura, que guía al lector a través de unas páginas impresas que van desentrañando las respectivas tramas con gran minuciosidad y un buen ritmo narrativo. Nunca lo superfluo se apodera de las historias, jamás el cansancio invade al lector. Entretenimiento asegurado.


Todo esto y mucho más podremos encontrar con toda seguridad en esta nueva obra para todos los públicos: una inquietante novela de terror con grandes dosis de humor y romanticismo. Recomendada desde ya.




23 de febrero de 2008

¡Ay, Carmela!

Como se iba antaño al teatro: de traje oscuro y acompañado de sendas damas; así me presenté yo en el Teatro Principal hace unos días para asistir a la representación de una de las más aclamadas y premiadas obras de la cartelera madrileña de las últimas temporadas: ¡Ay, Carmela!


Y pronto me di cuenta que la ocasión no desmerecía a la elegancia. Alejada narrativamente, que no en esencia, de la versión cinematográfica de nuestro Carlos Saura, la adaptación teatral del texto de José Sanchís Sinisterra dirigida por Miguel Narros nos traslada durante dos actos al Teatro Goya de Belchite (Zaragoza) en donde Paulino y el espectro aparecido de su mujer Carmela nos narran y escenifican la representación de varietés que tuvieron que realizar para un destacamento Nacional y unos condenados a muerte de las Brigadas Internacionales; representación que finaliza trágicamente con la muerte de Carmela por rebelión.


Unos fantásticos Verónica Forqué y Santiago Ramos nos transportan a un escenario vacío de la Guerra Civil española, un espacio que no necesita apenas escenografía porque se llena con la palabra del presente y pasado, con recuerdos de vencedores y vencidos, con los actos de un cobarde y una valiente.

La combinación de vida y muerte mezcla lo tragicómico del texto y lo esperanzador del futuro que ya vivimos; la alternancia de la risa y la lágrima en actores y público refunde la esencia de la vida humana con sus placeres y dolores. Asistimos a la crueldad de un conflicto fraticida y lo negro impera en las existencias, no hay lugar para el blanco, pero Carmela desde el más allá nos muestra la gama de grises para esperanzar a las gentes, para enseñar que un nuevo sol es posible entre tanta noche oscura.


Un divertido, emocionante y reivindicativo ejercicio de memoria histórica en esta época contemporánea nuestra de leyes varias sobre el tema en cuestión. Una intemporal reflexión sobre la libertad, la soledad, la autocomplacencia, la coherencia con las propias ideas y las necesidades emocionales. Una obra de teatro de verdad.

4 de febrero de 2008

Ismael Serrano, Zaragoza y Peumayén


Familiares y amigos, hace unos días estuve de visita en Peumayén, fue una estancia de solamente tres horas pero los poco más de mil privilegiados que pudimos disfrutarla la sentimos como una escapada de fin de semana en este periodo de vértigo...

Ismael Serrano nos recibió, Javier, Fredi y Jacob nos acogieron, y desde el primer momento nos sentimos como en casa. Pudimos disfrutar del puerto susurrante al compás de las olas oceánicas, del faro-guía de nuestras vidas inestables, del sonido mareante de los sones típicos peumayenses, y sobretodo pudimos disfrutar de nosotros mismos: de nuestros anhelos, de nuestros recuerdos, de nuestras medias sonrisas o de la furtiva lágrima solitaria que se escapó traidora cuando menos lo esperabas. Disfrutamos de cada imagen que se deslizó de nuestro pasado y presente ante la impotente retentiva de nuestras conciencias, de nuestros corazones y de nuestras almas... porque en momentos como los que vivimos en Peumayén la persistente búsqueda del olvido por el que luchamos a diario no tiene razón de ser, no tiene razón para existir.

Rememoramos tanto que no hubo quien no suspirara y soñamos tanto que no hubo quien no sonriera... Ismael guiaba la nave y todo lo suyo lo sentíamos junto a nosotros: él nos contaba una historia y mentaba a Penélope... y os aseguro que yo tenía a Penélope sentada a mi derecha; él cantaba a los amores pasados, le cantaba a Ana... y os juro que yo tenía a Ana sentada a mi izquierda...

Y así, entre risas y sonrisas, mujeres y amores, sones y canciones... y una lágrima... el tiempo pasó volando y nos hizo regresar a Zaragoza, un lugar que no nos gusta tanto como el de nuestra escapada... pero que es en dónde vivimos todas aquellas cosas que en Peumayén soñamos...

Ah, pero en mi pequeño viaje también me acordé de vosotros, sabéis que siempre os tengo presentes, y traje un regalo para todos, os he traído una canción. No podía ser otra, tenía que ser "Recuerdo"... ¿Os puedo pedir que me regaléis algo a mí?... Es fácil hacerme feliz... sólo me tenéis que regalar unos minutos y escuchadla con cariño. Sé que os gustará...


20 de enero de 2008

[ REC ]

La única diferencia entre una película de miedo y el periodo de exámenes universitarios es que lo primero apenas dura una hora y media y lo segundo se alarga más de quince días... Por ello, curados de espanto y embutidos de valentía inconsciente, hace unos días Crispis y yo sustituimos una noche de estudio por unas horas de terror; quizá gritamos más que si hubiéramos estado repasando algún alfabeto fonético... pero fue más divertido y sufrimos menos... con REC.




Una reportera y su cámara están haciendo un reportaje en una estación de bomberos con la intención de retratar la profesión de estos, su modo de vida y sus situaciones de riesgo.

Al acompañarles en una de sus salidas nocturnas, lo que parecía una intervención rutinaria de rescate se va a convertir en un auténtico infierno: atrapados en el interior de un edificio, la pareja de bomberos y el equipo de televisión tendrán que enfrentarse a un horror desconocido y letal, a algo siniestro y maligno que se está extendiendo sin control.

Inesperadamente, las reglas han cambiado; ahora, lo único que importa es esconderse, sobrevivir, tratar desesperadamente de escapar y vencer al miedo... Pero sobre todo hay que seguir grabando, pase lo que pase, ¿hasta la muerte?


Es difícil decir algo nuevo sobre REC, todo se ha comentado en estos meses de proyecciones desde su estreno. Os podría comentar la innovación del rodaje íntegro en plano-secuencia, que es una película en formato documental, que la cámara refleja digitalmente lo que el espectador visualiza a través suyo poniéndose en los zapatos del propio cámara de televisión, o que esta película entronca directamente (aunque con diferencias) con aquel producto americano que fue El proyecto de la bruja de Blair y que se nos quiso vender (y muchos lo creyeron) como una grabación verdadera de un grupo de adolescente perdidos en un bosque antes de su muerte...

Pero me vais a permitir que por una vez me deje de tecnicismos cinematográficos y ésta sea una reseña más humana, más de sensaciones que teorico-práctica; que esta vez hablemos de nosotros, de ti, de Crispis, de mí, de todos...


Desde el primer instante de la película y aun sabiendo a lo que vas, REC te crea una imprecisa inquietud de la que no te deshaces hasta los títulos de crédito. La tensión ante lo inesperado se va acumulando sobre cada espectador y cada uno la libera como puede: asiéndose al asiento, acurrucándose en posición fetal, agarrándose al sufrido vecino de asiento o incluso a través de una risa nerviosa (por cierto, muy contagiosa). Sabes que vas a pasarlo mal, que incluso has pagado por ello, pero estás encantado de que ocurra.

REC te va enganchando progresivamente, tiene un ritmo creciente, con parones necesarios para la recuperación del ritmo cardiaco particular de cada uno, que culmina con un clímax final de alrededor de 15 minutos; 15 minutos que "acaban" con el espectador, minutos de entregarse absolutamente o intentar enceguecerse uno mismo, minutos que te harán salir del cine entusiasmado o incluso tener pesadillas esa noche.


Ha acabado la película y te has sentido niño, te has sentido desprotegido ante algo irracional, ante algo que sabes que no se puede dar... Tus miedos más primarios se han manifestado y has sido vulnerable ante el más mínimo roce durante el metraje de una ficcionalidad sin verosimilitud alguna... Pero estás a gusto; te ríes con tu acompañante, comentas lo mejor y lo peor de lo vivido, haces planes incluso de la próxima película inquietante que iréis a ver.

Sales a la calle, vuelves a respirar aire urbano, la lluvia golpea los cristales del coche y los limpiaparabrisas hacen un ruido inquietante al moverse... pero te sientes seguro, porque la realidad es otra cosa, la realidad no nos da miedo, la realidad nos vuelve a llenar de valentía, una valentía que nos durará mucho... al menos hasta la siguiente película de terror.


Pd: Ah, por cierto, la película está MUY bien...

15 de enero de 2008

Desquiciaos perdíos...

Vamos, que lo que quiero decir es que estos días estamos (casi) todos con una inestabilidad interior académico-emocional más marcada que en etapas previas de nuestra formación universitaria... Pero yo ya lo tengo decidido, voy a denunciar a la Universidad de Zaragoza por mobbing..., o igual es por bulling..., o directamente por tener mala leche..., pero vamos, que la denuncio la denuncio... que está decidido, que es lo mismo que decidido está... Y los voy a denunciar a todos, no se va a librar ni Túa... Bueno, Túa, tú sí te vas a librar..., pero porque ya sé que me lees, que si no... te denunciaba, que es lo mismo que denunciábate... Pero bueno, que no estoy para tropos...

Porque lo que no puede ser es que ayer fuese lunes... pero en realidad era jueves; y hoy también es jueves... aunque el calendario te diga que es martes. ¿Y mañana?... Pues mañana será miércoles... pero no os lo creáis porque va a ser viernes... Y cuando la agenda me diga que al día siguiente es jueves en realidad comienzan los exámenes... vamos, que es como si fuera lunes... ¿Y este sábado?... Este sábado, pues como todos, este sábado es fin de semana... aunque para algunos como servidor mucho de fin de semana no tiene, porque a primera hora de la mañana tenemos examen... osea, vamos, es decir, este sábado es casi como un viernes... Y lo vamos a ir dejando porque uno, aunque ha estudiado tanto ciencias como letras, a veces no llega a asimilar ciertas cosas...

Pero el caso es que esto tiene que ser bulling... o mobbing... porque lo que es seguro, es que es tener muy mala leche...

11 de enero de 2008

La Generacion del 27... ha muerto

Ha fallecido en Madrid a la increíble edad de 103 años el último miembro de la Generación del 27, el oscense Pepín Bello.

A muchos no os sonará su nombre, su labor fue más influyente que creadora, pero le debemos mucho. Por ejemplo, suya es la famosa fotografía de grupo del homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla que es considerada como acta fundacional de la Generación, generación que ayudó a reunir.

Fue amigo, confidente, casi confesor, de los mayores genios que ha dado España en el siglo XX en todas las artes; es más, fue él quien presentó en la mítica Residencia de Estudiantes a esa gran terna de cómplices que fueron Buñuel, García Lorca y Dalí.

Pepín Bello, Federico García Lorca, Salvador Dalí

La casualidad ha hecho que hoy, día de su fallecimiento y antes de tener conocimiento del mismo, haya tenido una clase sobre el surrealismo en el que se ha proyectado una entrevista/documental que nuestro profesor Agustín Sánchez Vidal realizó hace unos años al propio Pepín y a sus recuerdos-anécdotas de la Residencia. Quizá el visionado de Un perro andaluz, del que fue coautor creativo en la sombra, y de La edad de oro haya sido el mejor homenaje que le hayamos podido realizar. Ya estará de nuevo junto a sus "hermanos".