23 de febrero de 2008

¡Ay, Carmela!

Como se iba antaño al teatro: de traje oscuro y acompañado de sendas damas; así me presenté yo en el Teatro Principal hace unos días para asistir a la representación de una de las más aclamadas y premiadas obras de la cartelera madrileña de las últimas temporadas: ¡Ay, Carmela!


Y pronto me di cuenta que la ocasión no desmerecía a la elegancia. Alejada narrativamente, que no en esencia, de la versión cinematográfica de nuestro Carlos Saura, la adaptación teatral del texto de José Sanchís Sinisterra dirigida por Miguel Narros nos traslada durante dos actos al Teatro Goya de Belchite (Zaragoza) en donde Paulino y el espectro aparecido de su mujer Carmela nos narran y escenifican la representación de varietés que tuvieron que realizar para un destacamento Nacional y unos condenados a muerte de las Brigadas Internacionales; representación que finaliza trágicamente con la muerte de Carmela por rebelión.


Unos fantásticos Verónica Forqué y Santiago Ramos nos transportan a un escenario vacío de la Guerra Civil española, un espacio que no necesita apenas escenografía porque se llena con la palabra del presente y pasado, con recuerdos de vencedores y vencidos, con los actos de un cobarde y una valiente.

La combinación de vida y muerte mezcla lo tragicómico del texto y lo esperanzador del futuro que ya vivimos; la alternancia de la risa y la lágrima en actores y público refunde la esencia de la vida humana con sus placeres y dolores. Asistimos a la crueldad de un conflicto fraticida y lo negro impera en las existencias, no hay lugar para el blanco, pero Carmela desde el más allá nos muestra la gama de grises para esperanzar a las gentes, para enseñar que un nuevo sol es posible entre tanta noche oscura.


Un divertido, emocionante y reivindicativo ejercicio de memoria histórica en esta época contemporánea nuestra de leyes varias sobre el tema en cuestión. Una intemporal reflexión sobre la libertad, la soledad, la autocomplacencia, la coherencia con las propias ideas y las necesidades emocionales. Una obra de teatro de verdad.

9 comentarios:

ISABEL ROSADO dijo...

¡Hola Elros! Yo también me vestí con mis mejores galas, de negro impoluto y al estilo de los años treinta, flanqueada por dos mozos de muy buen ver. Compré las entradas con antelación, ya que como apasionada de la historia, filmografía y literatura de la Guerra Civil, no me lo podía perder. Es más, por la mañana había descubierto unas trincheras cercanas a Belchite en las tuvo lugar uno de los peores enfrentamientos entre las Brigadas Internacionales y los sublevados o nacionales. Igualmente, el año pasado tuve la suerte de ver a algunos de los supervivientes de las Brigadas Internacionales que lucharon en Belchite y la verdad es que fue muy emocionante, daban ganas de llorar cuando narraban las penurias vividas en los olivos de Belchite. De esta manera, la amargura me invadió durante la representación, ya que pude poner cara a muchos de aquellos soldados "que tenían una madre que rezaba por ellos". La obra aparece en un momento en el que la memoria histórica es necesaria, ya que pasados 72 años desde el inicio de la contienda, hay que refrescar la memoria para que no se repita la España de los hermanos enfrentados. Por otra parte, la interpretación de mi idolatrada Verónica Forqué es excelente,¡Es genial! Santiago Ramos también lo borda. La escenografía austera, pero simbólica, me ha encantado. En definitiva, que salí del teatro emocionada. Un beso.¡Nos vemos pronto!

Elros dijo...

Hi niña!

Ya me imaginé que habrías ido a verla porque sé lo mucho que te gustan estas cosicas... ;-)

La obra en realidad la estrenó la propia Forqué hace 20 años, y el retomarla ahora en estos años de crispación no sé si fue por casualidad o "causalidad", pero sí que viene muy a cuento para intentar motivar una reflexión sobre los errores repetidos a evitar.

Madre mía, que documentada te veo!... En cualquier momento me cuentas la vida del "mío teniente" italiano o del "huerfano" soldado polaco!! jajajaja!

Nos vemos en breve!

Besis guapa!

Nuskens dijo...

Vaya!!! Se te llena la boca! jijiji...
A mí me hicieron ver la película en el instituto y la verdad, tengo q reconocer que me gustó y mucho. Y ahora después de leer la entrada me has dejado con las ganas de ponerme mis mejores galas para ir al teatro a verla!

Elros dijo...

Si es que da gusto vernos con nuestras mejores galas, Anna!! Jejeje! Aunque en realidad que yo fuera en esta ocasión al teatro con traje fue puramente circunstancial... :-D

Pero, de verdad, te recomiendo que en cuanto os visiten por Barcelona no dejes de ir a ver la obra, seguro que te gustará! I promise it!! ;-)

Un besico!

Clara dijo...

Aisss, que te debo un café..

Me alegro de que te gustara!
Un besico

Elros dijo...

Me debes un beso,
no te lo perdono,
me debes un beso,
me lo cobraré...

¿Conoces esta copla, Clara?

Pues eso, me debes un beso, un café... y alguna cosa más... ;-)

Seguiré esperando...

Te aseguro que a ti también te hubiera encantado la obra!

Besis!!

LiLü [Èterno Rèsplandor..] dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LiLü [Èterno Rèsplandor..] dijo...

Holas elross

me encanto lo k me pusiste en el blog! graciass
siempre ando necesitando ese tipo d palabras k me den animo..xq solia ser una persona muy depresiva, pero estoy cambiando, me gusta ver las cosas buenas de la vida y disfrutar sin hacerme tanto problema.

a ver cuando actualizas!!

saludos
y k tengas un lindo fin de semanaa
besoss

Elros dijo...

No me estreséis con las actualizaciones, que uno hace lo que puede... jejejeje!

No tienes nada que agradecerme Carla, por mi parte nunca te faltará cuando lo necesites una palabra de ánimo!

Disfruta tú también el finde!

Besicos!